Locales cerrados, poca circulación de personas y solo los guardias en cada garita, fue el panorama la mañana de este 26 de julio en los exteriores de la Universidad de Guayaquil (UG), tras la disposición de clases virtuales por la ola delincuencial que enfrenta el país.
A esta medida se sumaron las universidades Espol, Católica y Laica Vicente Rocafuerte. Algunas retoman sus actividades desde el 31 de julio. Sin embargo, la UG dispuso el inicio de actividades para el próximo jueves 27.
Pero, la situación complica las labores de los locales comerciales ubicados a lo largo de la Av. Delta. Allí algunos permanecían cerrados y otros abrieron pasadas las 10:00. “No podemos hacer más. Sin estudiantes no tenemos ventas y esto nos afecta en los ingresos”, resaltó Corina Núñez, trabajadora de una imprenta.
Otra novedad que reportaron los ciudadanos fue la disminución de buses urbanos. A Mariana Loor le tomó más de 15 minutos esperar la línea 107 para dirigirse a la Terminal Terrestre. Lo mismo le ocurrió a Carlos Morán, quien también estuvo esperando la misma unidad, pero para avanzar al sur de la urbe.
Morán salió desde las 07:00 del noroeste y también tuvo el mismo inconveniente para llegar a los exteriores de la UG. “Sabemos la situación que estamos pasando. Necesitamos acciones concretas por parte de las autoridades y que no solo pasen en oficina”, dijo.
El gremio de transportes urbanos envió un comunicado la noche del 25 de julio, en el que solicitaban acciones que garanticen la seguridad de los conductores de buses, pero en caso de haberlas iban a paralizar el servicio.
Hasta el momento no existe un pronunciamiento por parte de las autoridades municipales sobre los hechos delictivos que se dieron en la ciudad durante la mañana y tarde del 25 de julio.