Un total de 21 gasolineras fueron clausuradas por la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH), entre ellas, una estación de servicio de la cadena Copedesa, propiedad del alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez. 

El operativo se cumplió la tarde del 19 de septiembre en la gasolinera ubicada en las calles Los Ríos y Clemente Ballén, centro de Guayaquil. En el sello se detalló que la entidad violó el Código Orgánico Administrativo. 

En la estación se colocaron los sellos en puntos de exposición de precios, puntos de despacho y hasta cintas de prevención para que los vehículos no ingresen. 

La decisión es parte de las investigaciones por tráfico de combustible que ejecuta la Fiscalía en torno al caso Triple A. La empresa fue denunciada por la ARC, en la que también se incluye a los hermanos del alcalde y otras nueve personas. 

Según las indicaciones existen pruebas documentales, grabaciones y testimonios que revelarían una red organizada de comercio irregular de combustible. 

Aunque Alvarez no tuvo una reacción inmediata ante lo sucedido, en horas de la noche del jueves hizo una publicación en su cuenta de X, que hasta incluso citó un versículo de la Biblia. 

“Créanme que nada nos afecta, aunque quieran quebrarnos, más fuertes nos ponen”, comentó el burgomaestre sobre la clausura de la estación. 

Su posteo fue acompañado con una ilustración de él ondeando la bandera de Guayaquil y de fondo sitios icónicos de la urbe porteña. 

Este caso también tuvo la reacción del líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, quien atribuyó la decisión a las críticas que hizo Álvarez sobre la afectación energética en el servicio de agua potable. 

El pasado 23 de julio, varias oficinas de Copedesa en Guayaquil y Milagro fueron allanadas por la Fiscalía en el marco de las investigaciones del caso. Esto se dio dos días antes de las fiestas de la Fundación de la ciudad.

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