Electricidad, corte y confección, electrónica de consumo, mecanizado y construcciones metálicas son algunas de las áreas que intentan abarcar los próximos bachilleres para salir con una noción de un emprendimiento.
Rebeca Baquerizo, de 16 años, está inmiscuida en la industria de la confección. Ella ha adquirido un amplio conocimiento en sus prácticas desarrolladas en el colegio Febres Cordero. Su meta es obtener su línea de ropa.
“Con estas prácticas de costura y diseño, estamos listas para poner nuestro propio negocio. Quiero comprar mi máquina y empezar a realizar trabajos de elaboración de prendas de vestir”, señaló Baquerizo.
Al igual que Rebeca, Justin Cumbe anhela tener su propia cartera de clientes. Él estudia la carrera Electrónica de Consumo para luego enfocarse en la universidad en ingeniería. “Desde pequeño siempre me llamó la atención la electrónica, escogí esta especialidad para estudiar ingeniería y trabajar en alguna empresa, pero también tener mis propios clientes”, comentó con entusiasmo.
Durante los talleres prácticos los estudiantes han desarrollado carpas metálicas, señaléticas con luces led, mantenimiento eléctrico y prendas de vestir. Así lo dio a conocer la rectora de la institución, Elizabeth Núñez.
Con todo lo aprendido en el plantel pueden ellos iniciar una microempresa y poner a disposición de la comunidad para comercializarlos.
Elizabeth Núñez, rectora de la unidad educativa Febres Cordero
En la unidad educativa existen las especialidades de Industria de la Confección, Electrónica de Consumo, Mecanizado y Construcciones Metálicas y Equipos y Máquinas Eléctricas.