La fiscal general del Estado, Diana Salazar, se refirió al caso Sobornos. En un video, titulado ‘Nada más que la verdad’, expuso que lo último que falta es atentar contra su vida. Sigue en su cargo debido a la falta de herramientas jurídicas para sacarla del puesto.
El caso Sobornos en el periodo 2012-2016 ha sido fundamental en la lucha contra el correísmo. Aunque se dice que el caso fue creado para incriminar al expresidente Rafael Correa, existen pruebas que demuestran lo contrario.
En un allanamiento al departamento de Pamela Martínez, exasesora de Correa, se encontraron agendas como evidencia, entre ellas el famoso cuaderno de Hello Kitty. También consta el testimonio de Martínez, quien cumplió una pena de nueve meses y 22 días en la Casa de Confianza para mujeres en Chillogallo, sur de Quito.
También Laura Terán, asesora de Martínez, fue testigo fundamental en el caso, ya que se encargó de las cuentas de las campañas. Admitió que Correa y su exvicepresidente Jorge Glas camuflaban la entrega de dinero entre facturas y cobros en efectivo, violando la Constitución.
A su vez, los peritos realizaron allanamientos en las computadoras en Carondelet, encontrando más evidencia que involucra a Rafael Correa con la corrupción. Además, se ha descubierto acuerdos para catalogar el caso con impunidad y permitir el regreso de los prófugos, incluido el exmandatario.
Salazar recalca que no se detendrá ante los intentos por desacreditarla, desde poner en duda la veracidad de su tesis hasta crear narrativas falsas. La fiscal asegura que están desmantelando la verdad sobre la corrupción y que esto ha puesto en riesgo su vida e integridad.