“Debemos quitarnos el uniforme para poder salir de las casas de salud”, explicó Joaury Terán, presidente de los Internos Rotativos de Medicina del Guayas. No pueden tener ningún nombre o algún distintivo, debido a que los pillos les envían papeles con amenazas.
La grave situación que enfrenta se evidenció el pasado 14 de mayo con el asesinado del médico Steven Aguirre, en El Empalme. Extorsionadores le quitaron la vida, faltando dos meses para que termine el servicio rural.
José Luis Aguirre, presidente de la Federación de Profesionales de Salud Rural, informó que en lo que va del 2024 existen 700 casos de extorsión e inseguridad. A los profesionales les piden entre $ 100 y $ 300 semanales para poder laborar.
No podemos soportar más que cada semana tengamos una pistola o fusil en la cabeza para poder atender a las personas. Exigimos medidas de carácter urgente
José Luis Aguirre, galeno
Por ello, los médicos han solicitado resguardo policial para que los estudiantes puedan culminar sus actividades en las casas de salud y así evitar escenarios como el de Steven.
La delincuencia también afecta a los educadores. El gremio exige que se tomen medidas de seguridad a docentes y estudiantes de unidades educativas.
Se pide especial atención a a las instituciones ubicadas en zonas rojas de Guayaquil, como Monte Sinaí, Balerio Estacio, Guasmo, isla Trinitaria y suburbio. A la fecha ya registran al menos 50 alertas por robo, amenazas, chantaje, entre otros.
Hilario Beltrán, principal de la Unidad Nacional de Educadores de Guayas (UNE), expuso que en las zonas mencionadas no se evidencian rondas o patrullaje de policías o militares. Incluso, dos maestras han recibido amenazas y dan clases de manera telemática.
Ante esta situación, el gremio solicita que se declare en emergencia al sistema educativo. En caso de no mejorar el panorama, la UNE planteó movilizaciones a mediados de junio para dar a conocer las problemáticas que enfrentan.