No dudaron en arriesgar sus vidas. Liseth Soria y Ansony Abreu salvaron a Cristian Armendáriz, el piloto herido de la avioneta que se cayó el 18 de octubre, a las 15:34, en la Av. José María Roura, entre Sauces 1 y la cuarta etapa de la Alborada, en el norte de Guayaquil.
En videos que circularon por redes sociales se observa cuando la mujer le colocaba sábila a las quemaduras expuestas. Prestó su ayuda mientras pensaba en la familia.
«Pudimos sacarlo de las llamas. Pedía ayuda y que no lo dejen morir. Lo senté en la banca y traté de darle los primeros auxilios», contó Soria, quien presenta quemaduras en sus manos.
En el sitio también asistió Abreau, de nacionalidad venezolana. Se percató que la nave volaba bajo cuando cumplía sus labores como guardia de seguridad y cuida carro.
«Cuando lo sacamos a un sitio seguro, me dice que faltan sus dos compañeros. Intenté ayudar a los otros, pero se prendió la candela», expresó.
La condición de Armendáriz es estable. Así lo dio a conocer Mario Vargas, director médico de Omni Hospital, lugar donde se encuentra internado.
«Presenta quemaduras en el 18% del cuerpo, una fractura en la mano izquierda y golpes en todo su cuerpo. Está estable, está consciente y orientado en tiempo y espacio», afirmó.
La alcaldesa Cynthia Viteri acudió al lugar del accidente y dispuso que se activen todas las entidades municipales de respuesta a emergencias. Desde allí coordinó las labores de atención a los afectados.
Dos brigadas de médicos llegaron a la zona afectada. Carlos Salvador, director municipal de Salud, supervisó al equipo que asistió a aproximadamente 30 personas, en su mayoría adultos mayores, quienes presentaron cuadros de hipertensión e hiperglicemia por el susto.
“Nos mantenemos en el lugar para hacer el seguimiento de las familias afectadas, además hemos trasladado un grupo de psicólogos pertenecientes a la Unidad de Salud Emocional Municipal (USEM), para que reciban apoyo emocional y psicológico para poder sobrellevar este hecho”, comentó Salvador.