Los docentes Ecuador Montenegro y Marco Calle junto a los maestros jubilados Julián Aguayo y Ángel Salinas, todos de la Universidad de Guayaquil (UG), consideran un mal manejo del Alma Máter, cuyo rector es Francisco Morán. Ellos participaron en el conversatorio ‘Hablemos de Universidad’.

Entre los problemas citados por los educadores universitarios están la falta de cupos para ingresar a la carrera de Medicina, la firma desmedida de contratos para servicios especiales y la contratación de profesores que llega al 80 % de la nómina existente.

Montenegro detalló que para este año, el rector y María Antonieta Touriz Bonifaz, decana de la Facultad de Medicina, sin ningún estudio técnico, decidieron que solo entregarían 80 cupos para el primer semestre de la carrera, en desmedro de la población pobre del país que no podrá acceder estudiar, porque la formación de médicos en las universidades privadas cuesta semestralmente entre $ 6.000 y $ 13.000.

Mientras tanto, tres universidades privadas de Guayaquil y Samborondón ofrecen más de mil cupos para la carrera de Medicina. Entonces estamos creando una carrera solo para las élites, porque el hijo del carpintero, del maestro, del obrero en general no podrá acceder. No queremos una carrera elitista porque yo soy parte formado en la Universidad de Guayaquil.

Ecuador Montenegro, docente universitario

¿Por qué Medicina tiene menos de 100 cupos, mientras que para Filosofía y Letras existen más de 2.000? Montenegro cuestiona a las autoridades de la UG. Calle, miembro del Consejo Superior Universitario, reveló que el rector, desde el 2022, decidió bajar el cupo de 300 a 80. En el tercer semestre hay solo 80 estudiantes.

A esta situación se suma lo que ocurre en la Facultad de Filosofía, donde los postulantes no alcanzaron los cupos y ha tenido que llamarse a una segunda postulación. “Existe una mala distribución de los cupos de ingreso para la Universidad de Guayaquil”, indicó Calle.

El titular de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), César Vásquez Moncada, anunció el 9 de mayo que las carreras de menor demanda entrarán a un análisis para reducirles los cupos. Calle percibe este anuncio como un llamado de atención a las autoridades universitarias de Guayaquil, donde cada semestre acogen a 8.500 nuevos alumnos.

El miembro del Consejo Superior Universitario va más allá y pone al descubierto otra irregularidad de los directivos universitarios, quienes a los estudiantes de los siguientes semestres tampoco les están dando los cupos para las asignaturas como medicina interna, traumatología, geriatría, entre otras.

Gabriela Montero, estudiante de la Facultad de Medicina, ratifica lo dicho por Calle y asegura que las referidas materias no las están recibiendo, lo cual no les permite avanzar en sus estudios. Añade que 127 compañeros plantearon una acción de protección contra el centro de estudios superiores.

Ellos (las autoridades) solo nos dicen que no tienen los profesores adecuados para que nos den esas materias; sin embargo, ante la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional, las autoridades universitarias dijeron que sí existían los maestros.

Gabriela Montero, estudiante afectada

Mientras tanto, Calle pone sus esperanzas en los miembros de la Comisión de Educación de la Asamblea, quienes el 7 de junio visitarán la Universidad de Guayaquil para corroborar el problema, pues no cree en el rector ni en la decana de la Facultad de Medicina.

Además, para superar el déficit de maestros titulares versus contratados, cuya diferencia es de 20 % a 80 %, Calle pidió que se llame al concurso de méritos y oposición para titularizar a los profesores. Aguayo, en representación de más de 2.000 de sus compañeros, manifestó que no reciben la jubilación complementaria, pese a un dictamen favorable de la Corte Constitucional.

He denunciado al señor rector el exceso de maestros en la Facultad de Medicina, donde hay 450, de los cuales solo 150 tienen nombramientos, el resto son contratados a dedo, porque no se pide ni experiencia en la docencia. Ahí hay algo oscuro, hay indicios de corrupción.

Marco Calle, docente universitario

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