Hasta el momento, el deslizamiento de tierra deja 22 damnificados, 23 heridos y 64 desaparecidos en Alausí, en Chimborazo. Hay 7 personas fallecidas, pese a que inicialmente la Secretaría de Gestión de Riesgos informó que eran 16.
En medio de la desesperación y la angustia, los familiares se suman a labores de rescate junto a 300 casacas rojas, socorristas y militares. Francisco Lema y Pablo Pumanguero están en la zona cero, donde albergan con esperanza localizar a sus seres queridos con vida.
Los desaparecidos quedaron sepultados bajo 20 metros de escombros. Según el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, alrededor de 50 millones de metros cúbicos de tierra, piedra y lodo afectó 250 hectáreas.
Son 166 casas. Familiares han marcado sus casas y han llevado perros para la búsqueda. Es difícil tener una precisión, porque la casa se movió con la tierra.
Martín Cucalón, jefe de Bomberos de Guayaquil.
Hasta la mañana de este martes 28 de marzo, la ausencia de maquinaria por parte de autoridades locales y nacionales para sacar la tierra fue la principal molestia de la comunidad. En el transcurso del mediodía llegó el equipo municipal a retirar los escombros donde estaban los canes.
La tragedia se suscitó en el sector Casual, la noche del domingo 26 de marzo.
Servicios afectados
- 25% de red de alumbrado público
- 60% de agua potable
- 20% de alcantarillado
Donaciones
Entidades instalaron centros de acopio para recaudar donaciones a favor de los damnificados. Se reciben agua embotellada, insumo de aseo personal, alimentos para mascotas, productos no perecibles, enlatados, comestibles, ropa, entre otros.
Los bomberos de Guayaquil y Samborondón habilitaron 4 puntos, ubicados en la Av. del Bombero, Cdla. La Garzota, Av. 9 de Octubre y la Av. Samborondón (junto a Amagua).
Otros puntos se acondicionaron en Guayaquil. Estos son el coliseo de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y la Junta de Beneficencia (calle José Mascote, entre Julián Coronel y Piedrahita).
En Cuenca, la Cruz Roja también recibe donaciones. El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) abrió los centros de acopio en Quito.