El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo. A medida que envejecemos, la capacidad de sintetizarlo disminuye. Se acelera el desgaste en determinadas situaciones, cuando hay sobrepeso y excesiva actividad deportiva.
Hay variaciones del colágeno. En este caso nos enfocaremos en el tipo 1, el más común, debido a que se encuentra en la piel, huesos, tendones, ligamentos, cabello, uñas y dientes.
Los especialistas recomiendan ingerirlo como complemento a la dieta. Se lo reconoce como la principal proteína del cuerpo, que representa el 80% y hasta el 90%.
Para el doctor Adrián Murillo, no hay una edad definitiva para empezar a tomar colágeno. “Todo depende de la actividad que realice una persona. Por ejemplo, los deportistas de alto impacto que participan en carreras deben tomarlo desde que hacen actividad física”.
Como método preventivo, la ingesta debe comenzar desde los 35-40 años, según Murillo.
“Con el consumo de los suplementos de colágeno, la dosis es mucho más elevada y eficaz que la que podemos ingerir con los alimentos. Además, nos aseguramos de que, el que tomamos, es el efectivo para lo que deseamos”, afirmó la doctora Carolina Barreto.
Lo ideal es combinarlo con el consumo de vitamina C y cúrcuma, ya que el colágeno tiene un peso molecular muy alto. Ambas sustancias facilitan su asimilación en el cuerpo.
La vitamina C ayuda a la protección de las células frente al daño oxidativo y mejora la absorción del hierro. Además, contiene proteínas que contribuyen a conservar la masa muscular, el buen funcionamiento del sistema inmunitario y disminuye el cansancio.
Por otro lado, la cúrcuma es una planta herbácea que posee un largo recorrido en la medicina tradicional. Tiene propiedades antinflamatorias y compuestos fitoquímicos, que facilitan la digestión, coleréticos y colagogas.
Con la ingesta de colágeno “notaremos en 10 días mejoría en el cabello y las uñas. En 2 o 3 semanas, en nuestra piel y, en las articulaciones, pasadas 6-8 semanas”, recalca Barreto.