Juan Carlos Holguín, ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, lamentó la acción de la Embajada de Argentina frente a la fuga de María de los Ángeles Duarte hacia Venezuela.
La exfuncionaria estaba hace más de dos años en la embajada de dicho país para evitar cumplir la pena de ocho años por cohecho en el caso Sobornos.
Holguín considera que hubo negligencia y complicidad de parte de los funcionarios argentinos en la fuga de Duarte, quien aseguró que huyó porque no le otorgaron el salvoconducto.
El funcionario expuso esta declaración en su comparecencia ante la comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, la cual se efectuó el 15 de marzo.
A su criterio existen inconsistencias en las versiones dadas por los funcionarios de la Embajada, incluido el embajador Gabriel Fuks, quien fue declarado persona no grata y expulsado de Ecuador.
Estas aseveraciones también se evidencian en un informe entregado a la comisión liderada por Fernando Villavicencio, quien aseguró que en dicho documento se habla de una complicidad entre los embajadores de Argentina y Venezuela.
El embajador de Argentina en Venezuela; el embajador de Venezuela en Quito; el embajador de Argentina en Quito; y con el diseño estratégico de Rafael Correa y los prófugos del correísmo se llevó adelante esta fuga.
Fernando Villavicencio, presidente de la comisión de Fiscalización.
Duarte fue vista por última vez el 10 de marzo, cuando compartió en un asado con funcionarios de la embajada. Luego de este evento, Villavicencio indicó que salió en un vehículo diplomático, “ella no salió caminando y no salió a tomar la Ecovía”.
El 14 de marzo, la embajada de Argentina informó que Duarte llegó a Caracas. Tras esto, el presidente Alberto Fernández comunicó al primer mandatario, Guillermo Lasso, que sus diplomáticos en Ecuador les entregaron información incompleta.
Ahora Argentina analiza la vigencia de su asilo político.