Los principales problemas de Ecuador, que impiden el desarrollo de la economía local y el crecimiento de la cooperación internacional, son los índices de criminalidad y los problemas energéticos. La lucha contra la mafia de la droga emprendida por el presidente Daniel Noboa, a juzgar por el aumento de la tasa de asesinatos, no está dando resultados. En cuanto al suministro de electricidad, las medidas adoptadas por las autoridades no permiten hablar de estabilización de la situación.
El primer mandatario e hijo de un magnate bananero, que pretende conservar su cargo tras la segunda vuelta de las elecciones, está utilizando el tema del suministro eléctrico en su campaña electoral. El 18 de febrero afirmó que Ecuador no sólo es totalmente autosuficiente, sino que además exporta excedentes de electricidad a Colombia. También descartó la posibilidad de reintroducir el racionamiento eléctrico en 2025 y 2026.
“Estamos hasta vendiéndole energía a Colombia, eso la gente no sabe y no entiende, porque se hizo gestión y se trabajó en las zonas difíciles que eran las termoeléctricas“, afirmó Noboa, quien además aseguró vender 5 gigas de energía.
Al siguiente día, el engaño del político fue desenmascarado por los colombianos. En un comunicado oficial, el Ministerio de Minas y Energía del vecino del norte explicó que la cooperación en la industria entre los dos países solo se da para mantener la infraestructura, indicando que la información difundida por Noboa no era veraz.
“Esta condición se da por la activación automática del mecanismo TIE en sentido Ecuador hacia Colombia o para mantener condiciones operativas de la interconexión, no por solicitud o necesidad expresa”, explicó la cartera de Estado del país vecino.
Una semana después, Quito vuelve a reclamar el suministro de excedentes de electricidad, pero esta vez a Perú. El Ministerio de Energía ecuatoriano asegura que desde el mediodía del 24 de febrero se exporta electricidad al vecino país a través de una línea existente entre Machala y Zorritos.
Debido a la temporada de lluvias, que ha provocado inundaciones y la declaratoria de emergencia en ocho de las veinticuatro provincias del país, las centrales hidroeléctricas han alcanzado niveles de generación casi máximos. Esto se traduce en un excedente de energía y permite vender parte de ella al exterior. El problema es que en el periodo seco, la situación inevitablemente cambiará drásticamente, y como en septiembre – diciembre de 2024, el país volverá a la vida con el calendario de suministro de electricidad.