“Ahora se cumple lo que me dicen mis amigos, tu vives en Espol”, indicó Erick Fuerte, de 22 años, quien cursa la carrera de Ingeniería Naval y reside en Valencia, provincia de Los Ríos.

Son más de cuatro horas de viaje que debía pasar para llegar al sitio donde vive en Guayaquil y luego trasladarse a la universidad. “Ya hasta tuve problema en el sitio donde me estaba quedando así que esto representa una reducción de gastos”, dijo.

Lo mismo opina Kevin Olvera, de 19 años, quien estudia Administración de Empresas y vive en Vinces. Asegura que gastaba al mes $400 entre hospedaje, pasajes y alimentación. “Para mis padres representa un ahorro grande para el bolsillo”.

Son en total 44 estudiantes los beneficiados en la primera fase del complejo residencial, el cual fue construido sobre un área de 6.000 metros cuadrados. 25 contenedores reciclados fueron adecuados para convertirlos en 22 departamentos. Los otros funcionan como área de lavandería, supermercado y administración.

En cada departamento habrá dos estudiantes del mismo sexo. Cuenta con cocina equipada, baño y dos habitaciones. “Los beneficiarios fueron seleccionados por la necesidad que tienen de contar con un alojamiento cercano en Guayaquil”, indicó María de los Ángeles Rodríguez, gerente de Bienestar Politécnico.

Los jóvenes no pagarán por el espacio, pero deberán cumplir 10 horas semanales con trabajo en diferentes unidades administrativas. “Deben mantener un promedio académico, ser estudiantes regulares y no haber perdido la gratuidad”, dijo Rodríguez.

El proyecto tuvo un ahorro de 15% a 20% frente a una construcción tradicional. Al igual que el tiempo de construcción, el cual fue de seis meses. Carola Gordillo, gerente de Infraestructura, recalcó que la meta de las próximas fases es realizarlas en menor tiempo.

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