Más de 20 eventos delictivos contra camaroneros se han registrado en lo que va del 2023, tanto a nivel fluvial como terrestre en las provincias de Guayas y el Oro.
Por vía marítima, las víctimas han sido interceptadas por varias embarcaciones. Incluso, para robarse la mercadería los piratas han disparado a los trabajadores. Al momento, más de 20 personas han resultado heridas, según estadísticas de la Dirección de Seguridad de la Cámara Nacional de Acuacultura.
En comparación con el 2022, el robo de camarón se ha incrementado en un 300%, del alimento balanceado un 200% y el número de heridos ha crecido en un 250%.
Ante la grave situación, José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura, solicitó al Gobierno atender con celeridad los problemas de inseguridad, a manos del crimen organizado, que a inicios de este año cobró la vida de un guardia de seguridad.
La inseguridad ha llegado a niveles críticos, nunca antes vistos. No existe sector productivo que esté exento de sufrir ataques de grupos criminales. No hay reacción eficaz de las autoridades responsables de la seguridad ciudadana.
José Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura.
Por su parte, la Cámara Nacional de Acuacultura, a través de su Dirección de Seguridad, coordina mesas de trabajo con representantes de la Policía Nacional en la zona 8 – 5 y la Armada del Ecuador, con el propósito de diseñar estrategias de control en corredores fluviales y carreteras.
Sin embargo, las autoridades no cuentan con los recursos gubernamentales para efectuar patrullajes en las zonas georreferenciadas como peligrosas.
Ante esto, Camposano enfatizó la necesidad que tiene el Gobierno de dotar los insumos necesarios para realizar patrullajes, intensificar labores de inteligencia y aplicar estrategias efectivas que detengan la ola de hechos delictivos que amenazan la vida de trabajadores, relacionados al sector acuícola.