Hace 15 días, dos expresos escolares fueron robados y recuperados a las pocas horas. También se pudo descartar un presunto caso de acoso en estudiantes.
Estos dos escenarios se alertaron a través de las cámaras de seguridad que fueron instaladas en mil expresos escolares e institucionales, comentó Oswaldo Guamán, presidente de la Federación Nacional de Transporte Escolar e Institucional.
Hace dos semanas empezó la instalación en los buses urbanos. Se ha cubierto a 63 de al menos 2.700 unidades que brindan el servicio en Guayaquil. Ante ello, los conductores sienten un respiro en temas de seguridad y esperan que sirvan como método disuasivo contra los pillos.
“Con esto se van a retener un poco (delincuentes) porque tendrán miedo de ser identificados”, comentó el conductor de la línea 132, Luis Rodríguez, quien tiene las cámaras en su unidad desde el sábado 21 de enero.
El recorrido que cumple Rodríguez es en las zonas conflictivas como Monte Sinaí y Sergio Toral, sitios donde en algunas ocasiones ha sido asaltado.
Ante cualquier alerta el conductor podrá presionar el botón de pánico, el cual permite enviar una alerta al centro de control y se activan las cuatro cámaras de la unidad. También se emite la localización y los datos del vehículo.
Josué Sánchez, alcalde (e) de Guayaquil, mencionó que son seis mil unidades las que tendrán cámaras de seguridad. Cada uno tendrá cuatro dispositivos distribuidos en el interior, exterior y parte posterior.
Estos dispositivos se suman a las 15 mil con inteligencia artificial que están siendo instalados en varios puntos de Guayaquil. Con esto la ciudad pasa a tener 41.300 cámaras operativas.
Se prevé que hasta julio de 2023 los dispositivos estén en seis mil unidades de transporte. La inversión del proyecto es de 6.5 millones de dólares.