Entre 2019 y 2024, 3 de cada 10 personas que ingresaron al sistema financiero formal terminaron excluidas al caer en cartera vencida, cartera castigada o al tener un récord crediticio inferior a 300 puntos a escala nacional. Es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) y el Instituto de Estudios Empresariales de la Universidad San Francisco (USFQ).

En ese lapso, 1.1 millones de nuevos clientes ingresaron al sector financiero formal. Sin embargo, 363 mil personas enfrentaron cartera castigada o demanda judicial, lo que les excluyó nuevamente del acceso a nuevos productos financieros por sus condiciones crediticias.

“La inclusión financiera no puede ser solo una puerta de entrada; debe ser un camino sostenible. Estos datos nos obligan a reflexionar sobre la necesidad de mecanismos más sólidos para evitar este retroceso, pues la re exclusión financiera no solo afecta a quienes la padecen, sino que también debilita el tejido económico del país”, explicó Valeria Llerena, directora ejecutiva de la RFD.

Diego Grijalva, director del Instituto de Estudios Empresariales de la USFQ, explica que este fenómeno se trata de una situación en la que una persona que ya es parte del sistema financiero enfrenta dificultades para cumplir con sus obligaciones, lo que la excluye de los beneficios de acceso al crédito y otros productos financieros.

Impacto en Ecuador

El análisis concluye que la exclusión financiera varía significativamente según las características de las personas. Este fenómeno afecta más a los hombres que a las mujeres, pues entre abril de 2019 y septiembre de 2024, 245 mil hombres cayeron en exclusión, frente a las 153 mil mujeres en la misma situación.

Por otro lado, los jóvenes menores de 25 años, el grupo con menor acceso al financiamiento, han experimentado un aumento significativo. Entre 2019 y 2024 pasó de 2.8 mil a 19.5 mil. Dado que el grupo se encuentra en las primeras etapas de su ciclo financiero, esta situación puede afectar de forma considerable sus oportunidades de desarrollo y actividades productivas futuras.

Asimismo, los datos reflejan que por nivel de ingreso tuvo un impacto mayor en las personas que perciben menos de $ 800 al mes. En este segmento, el número aumentó en un 46 %, ya que pasó de 523 mil a 763 mil personas excluidas en el tiempo analizado.

Las mayoría coincide en provincias grandes del país. Para septiembre de 2024, Guayas, Pichincha y Manabí concentraban casi el 60 % de los casos de exclusión financiera. En Guayas, el 33 % de las personas incluidas en el sistema financiero terminan excluidas. En Manabí, la cifra alcanza el 27 %, mientras que en Pichincha llega al 22%.

Desafío para la política pública

A criterio de Llerena, la exclusión financiera representa un obstáculo para el desarrollo económico y la estabilidad financiera del país, por lo que “es fundamental aplicar herramientas de educación financiera en la población más afectada, que deben ir acompañadas de políticas y acciones coordinadas que permitan, por un lado, comprender la situación de los clientes que tienen problemas para cumplir con sus
obligaciones y, por otro, buscar alternativas dentro de las entidades financieras que les permitan aliviar su carga financiera”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *