Anivel mundial, la diabetes afecta a 537 millones de personas, de 20 a 79 años. La Federación Internacional de la Diabetes prevé que el número aumente a 784 millones en 2045, lo que supone un incremento del 46%.

Para la Organización Mundial de Salud (OMS), esta enfermedad aumentó de forma alarmante en los últimos años. El organismo calcula que se convertirá en la séptima causa de muerte en 2030.

En Ecuador, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), la prevalencia de diabetes en la población de 10 a 59 años es de 1,7%. Esa proporción sube a partir de los 30 años y uno de cada diez ecuatorianos ya tiene diabetes a los 50.

Esta enfermedad se presenta cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. El diagnóstico se realiza a través de una muestra de sangre en ayunas en el que la glucosa se encuentre en un valor mayor a 126 mg/dl, aunque también lo determina un valor de glucosa en sangre posterior a la ingesta de 75g de glucosa, mayor a 199 mg/dl.

“Un efecto común de la diabetes no controlada es la hiperglucemia, es decir, la glucemia elevada, que con el tiempo deteriora gravemente muchos órganos y sistemas del cuerpo, sobre todo los nervios y los vasos sanguíneos” explica Otmaro Belalcázar, médico endocrinólogo.

Entre los síntomas están el aumento de sed, apetito y ganas de orinar, fatiga, visión borrosa, entumecimiento u hormigueo en las extremidades, úlceras que no cicatrizan, cambios de humor y pérdida de peso sin razón aparente.

Pero la diabetes es más que la glucosa, afecta órganos que no se ven como el corazón y los riñones, siendo precursora de enfermedades crónicas como la falla cardiaca y la enfermedad renal crónica que en muchos casos son prevenibles. Del 12% al 30% de pacientes con diabetes padecen falla cardiaca, mientras del 25% al 40% de los pacientes con falla cardiaca padecen diabetes. 

Con el tiempo puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, causar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y hasta amputación de los miembros inferiores.

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