Una de las bebidas infalibles por el Día de los Difuntos es la colada morada, que se suele acompañar con la guagua de pan. Las frutas y las especias se fusionan en un líquido almibarado de la cultura ecuatoriana.

En un punto de Guayaquil se preparará la colada morada más grande de la ciudad. La parroquia del Santuario de Nuestra Señora de la Alborada ofrecerá 5.000 litros para construir una casa comunal con los fondos recaudados.

Será un gran reto. Desde Santo Domingo llegará una olla ovalada, con una dimensión de 4,50 x 2,50 metros, en la cual el chef Luis Cedeño se encargará de la bebida.

Álex Lima, seminarista y encargado de la pastoral, contó que la parroquia espera recibir el utensilio de cocina el domingo 30 de octubre, a la 01:00. Una hora después comenzará la preparación por parte de los estudiantes de una escuela culinaria, el chef y la feligresía.

Desde las 07:00, las personas pueden disfrutar de esta bebida con un show musical y guaguas de pan decorativas. Entre los ingredientes se utilizarán 300 piñas, 50 libras de frutillas, 40 libras de pasas y 54 latas de durazno de 850 gramos.

La fe motiva en los hogares. Demetrio Carrasco y Marilita Zambrano, oriundos de Jipijapa y Chone, heredaron la pasión gastronómica de sus padres.

Desde la década de los 90 se encargan de esta bebida tradicional. Ambos formaron una familia en Guayaquil, mientras compartían la sazón de su tierra natal en su restaurante El Sabor Típico Manabita.

Ahora la tradicional bebida traspasó a la tercera generación de la familia, en el sector de Sauces 8. Para Diego Carrasco, uno de los hijos del propietario, la combinación de sabores es la clave, especialmente cuando se experimenta en la cocina.

A partir de 1994 se empezó a trabajar con recetas variadas de la colada morada. Ha cambiado un poco con el paso de los años, pero con la receta base de nuestra familia manabita. Tanto de parte de papá como mamá mostraban los ingredientes caseros, como unas esencias aromáticas y frutos rojos de plantaciones en Chone.

Diego Carrasco, hijo del propietario

El trabajo en equipo también funciona para los chefs Carlos Yela y Sixto Calderón, quienes buscaron continuar con la sazón de un conocido restaurante, donde laboraron por más de 20 años y cerró sus puertas durante la pandemia. Así nació La Panga.

Yela elabora una base con mortiño, arrayán, rabo de mono, hierba luisa, hoja de naranja, guayaba y frutilla. Añaden durazno, canela, clavo de olor, pasas, guayaba, frutilla, harina de maíz morada, piña y mamey Cartagena.

Una vez cortada las frutas y unido todo, esto va a hervir por 40 minutos. Nosotros clasificamos los productos para que nos salga una colada exquisita.

Carlos Yela, chef

Calculan duplicar las ventas en sus dos locales, ubicados en Plaza San Eduardo y en la Av. Kennedy, en el norte de la Perla del Pacífico. En 2021 comercializaron más de 2.000 vasos y este año ofertarán casi 100 litros.

En algunos lugares, las personas pueden degustar desde $1 el vaso de la bebida. El litro se puede adquirir en un promedio de 8 dólares.

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