PERIÓDICO D’UNA entró en el mundo empresarial de Nassib Neme Antón, en su empresa emblemática: Electrocables. Se recorrió la planta y se pudo conversar con su equipo de trabajo.

Buenas vibras fue lo que trasmitió el empresario Nassib Neme al equipo de PERIÓDICO D’UNA.

Con un estrechón de mano se dio la apertura a esta entrevista, sobre sus logros y su visión. Desde su despacho, que tiene vista hacia el área de producción de la empresa Electrocables, Neme recordó sus inicios como empresario.

Se remontó a los años 78 al 80, donde su ‘olfato’ para hacer negocios le dio una alerta para involucrarse en un mercado desabastecido, el sector del cable.

Con un estudio de mercado elaborado y los conocimientos ya adquiridos, Nassib Neme ingresa a esta industria, en la que ha sabido sobrellevar las dificultades que se le han presentado, entre ellas, el feriado bancario del año 1999, cuando algunas empresas nacionales y grandes instituciones financieras quebraron. Y ahora, la pandemia de la COVID-19.

“Nuestras exportaciones nos permitieron en momentos en que el país tiene colapsos de cualquier tipo mantenernos activos exportando hacia los Estados Unidos”, resalta el empresario.

Atribuye su éxito a cinco claves: Estabilidad de los trabajadores, agresividad comercial, empatía con los clientes, mantener un endeudamiento razonable respecto al crecimiento y la generación de productos de exportación.

La empatía con sus colaboradores se evidenció durante el recorrido por la planta, ubicada en el noroeste de la ciudad, en el parque industrial El Sauce. En cada área se acercaba a saludar y consultar cómo iba el proceso. Visitó desde administración hasta operaciones.

Durante el trayecto del recorrido se encontró con sus hijos, Luis y Chemel Neme, quienes también son parte del negocio familiar. D’UNA aprovechó y capturó el momento. Nassib Neme tiene seis hijos.

Se considera intenso, porque quiere que las cosas se realicen bien y rápido; y paciente, porque si alguien comete un error no pasa de una reprimenda y tampoco pone en riesgo la estabilidad laboral de dicha persona. “Procuro delegar todas las responsabilidades posibles sin desviar el objetivo”, expresa.

Califica como bueno el trato que tiene con sus empleados. Esto lo ratificó Juan Francisco Lamboglia, quien lleva 25 años laborando en electrocables. “Es una persona cordial siempre saluda. Esto no es solo un ambiente laboral sino uno familiar”, manifestó.

Neme aseguró que pese a la pandemia de la COVID-19 lograron mantener la estabilidad laboral de los empleados, “Solo cuatro personas por su edad debieron dejar el trabajo”. Estuvieron 60 días inactivos.

Ese sacrificio rindió su fruto, agregó. Ahora tiene un personal más comprometido y con más confianza y seguridad en lo que hace.

Comenzó con 50 empleados y hoy entre todas las organizaciones, tanto filiales e internacionales, ya sobrepasan los 550 trabajadores. Uno de sus primeros empleados falleció hace poco por el coronavirus. Sin embargo, los hijos de algunos trabajan en su empresa.

En el futuro se visualiza como está en el presente. Pero sus hijos y los de su hermano han tomado la batuta en la organización y eso le asegura que la próxima generación mantendrá protagonismo y liderazgo en el mercado.

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